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Libertadores 2011 - Grupo 8 -
Peñarol 0Independiente 1

Levanta la bandera

El Turco se fue contento con el rendimiento del equipo.

El Rojo se despidió de la Libertadores con una victoria y Mohamed se enfocó en el clásico con Racing: "Si ganamos el sábado, peleamos hasta el final". ¿Bajón por la Copa? Nada de eso: "Estamos todos con energía positiva".

Independiente se despidió de la Copa Libertadores con la cabeza bien alta: ganándole a Peñarol en Uruguay con mucha actitud y entrega. Sin embargo, no alcanzó. Y eso le duele a Antonio Mohamed. "Creo que jugamos bien. En líneas generales, lo controlamos siempre y pudimos haber hecho un gol más. La bronca que tenemos es que quedamos afuera por dos goles en contra", tiró el Turco en Mundo Rojo de Radio La Red.

Por otra parte, aseguró que sabía cómo ganar el último partido de Copa en tierras charrúas: "Lo habíamos hablado. Este rival lo teníamos estudiado. Nosotros quedamos afuera por perder de local, otra excusa no hay: lo perdimos nosotros. Veremos qué experiencia nos deja esto. Tenemos que guardar fuerzas para el partido del sábado".

Justamente a eso, al clásico con Racing, se refirió en el final. Mohamed señaló el partido como una bisagra. "Son partidos que no requieren de motivación. La motivación está sola, ellos sólo tienen que entrar sabiendo qué deben hacer. Es un partido para disfrutar, estamos todos con energía positiva. Si ganamos el sábado, vamos a pelear hasta el final", cerró.

Los mete y atajaPeñarol había preparado su fiestita y el Rojo, que ya estaba prácticamente out de la Copa, se la empañó: le ganó 1-0 con gol de Parra, que terminó atajando por la expulsión a Assmann. Y ya piensa en el clásico con Racing.

Aunque lo hubiese logrado, aunque esos ocho goles de diferencia por los que debía imponerse Independiente ante Peñarol hubieran sido una realidad, al Rojo no le alcanzaba. Claro, Godoy Cruz perdió ante Liga en Quito (por lo cual, también quedó afuera) y por eso los muchachos de Antonio Mohamed, que consiguieron una victoria por 1-0 en un Centenario repleto que estrenó una bandera enorme y pretendía ser una fiesta, igual se quedaban con las manos vacías.

Hay una realidad: si el Rojo hubiese puesto lo que puso, si hubiese jugado como jugó en Uruguay en todos los partidos de la Copa, no habría tenido que esperar que una epopeya de aquellas le salvara las papas en este certamen que siempre lo vio galardonado en su historia. Con mucha entrega, el equipo del Turco salió desde el primer minuto mentalizado en que se podía. Pero la diferencia de gol era casi inalcanzable...

Finalmente, no pudo ser la hazaña. Sólo la metió Parra, que después terminó atajando por la expulsión de Assmann. El Rojo no hizo esos ocho goles y, tampoco, Godoy Cruz empató. Independiente, ahora, piensa en el torneo local, en el que se le viene el clásico con Racing. Espera poder seguir sumando para alejarse todavía más de los promedios y, por qué no, arrimarse a la punta. Está a cinco del líder River. El objetivo, después de terminar dignamente un clásico copero, es otro: que siga el envión.

Fuente : Olé