Independiente 3
Peñarol 0Un segundo tiempo para recordar y repetir
Justo cuando más lo necesitaba, el Independiente de Mohamed encontró las respuestas a sus interrogantes con una actuación esperanzadora ante Peñarol. Luego de ese primer tiempo donde había monopolizado la pelota pero sin tener profundidad, el Rojo se regaló un complemento plagado de fútbol agresivo, dinámica, contundencia y despliegue ofensivo. Los aplausos eufóricos del final fueron un gesto de reconocimiento para un triunfo que permite disipar varios nubarrones.Como lo había hecho ante Estudiantes y Tigre en el Apertura, el Turco insistió con la idea de asociar a tres media punta creativos como Gracián, Defederico y Rodríguez. El Tanito jugó bastante cerca de Pellerano, Matías se paró como enlace y el Patito reapareció como puntero izquierdo. La idea era buena, pero Independiente sólo generó fútbol en ese primer tiempo en base al desequilibrio individual (esporádico) del Patito y de Defederico. Parra continuó aislado y nunca pudo entenderse ni ser entendido por sus compañeros. En tanto, Cabrera fue anticipado y Maxi Velázquez sólo pudo hacer daño con un par de escaladas aisladas. Se había gobernado con la posesión de pelota, pero el ánimo no era bueno al término de la etapa inicial.
Tras el descanso, aquellas famosas conexiones de las que tanto hablábamos empezaron a aparecer. En dos minutos, Patito desniveló con su velocidad por izquierda y, finalmente, pudo encontrar a Parra en posición de centrodelantero. El gol le dio una inyección de efusividad al equipo, pero también puso a prueba sus conocimientos sobre administración de ventaja (vale recordar la actitud mezquina en el 2-0 parcial ante Vélez). De la mano de la correcta circulación del balón, Independiente simplificó todo y edificó una goleada genial. Tuzzio y el Avispa cortaron y salieron jugando, Pellerano fue figura por los cortes y su gol, Patito cambió los ritmos siempre, Hilario tapó un mano a mano y Maxi Velázquez se mostró como una interesante descarga. Hubo actuaciones individuales destacadas y se pudieron ensamblar varias piezas.
¡Cómo se necesitaban jugadas como aquella serie de toques interminables! Para no desentonar, Mohamed acertó con los ingresos de Silvera y Núñez (mereció su gol en el final) y supo entregar un mensaje ofensivo. No bastaba con ganar por la mínima diferencia: era vital golear para potenciar el ánimo. Obviamente, el desafío será sostener un nivel como el del segundo tiempo. Pero éste es el camino, ésta es la forma de jugar al fútbol. Independiente se animó a más, cambió la actitud y el juego a tiempo y nos regaló una goleada que aclara un poco el panorama. “Y el domingo tenemos que ganar”, fue el grito que cerró la dulce noche.
MR
- PD: Quiero leer a aquellos que siempre destacan los arbitrajes favorables al Rojo… Ojalá hayan visto a Fagundes hoy…Tétrico
- PD1: La gente de la Erico tuvo que esperar una hora y 15 minutos para poder salir del estadio. Totalmente innecesario. En todo caso, no se entiende cómo un operativo policial no puede dar garantías en un partido de estas características.
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