Argentinos 1
Independiente 1El respiro que Garnero y los Rojos buscaban
Independiente empató con Argentinos 1-1 y seguirá en la Copa Sudamericana, su prioridad para el segundo semestre.
Hubo una sensación que fue más allá de la clasificación, del empate y del 1-1 de Independiente ante Argentinos que les dio a los Rojos el pasaje a la próxima etapa de la Copa Sudamericana. Daniel Garnero y sus jugadores lo necesitaban como un trago de agua en el desierto, aunque a futuro (si es que el fútbol argentino sigue aceptando este término) debería dejar más tranquilo y conforme al equipo que fue eliminado. Es que los dirigidos por Pedro Troglio fueron superiores, sobre todo en la primera etapa, y si no definieron el desarrollo fue por la figura de Gabbarini, determinante en toda la serie. Como Independiente se había impuesto en la ida por 1-0, continúa en el certamen y ahora se medirá con el ganador de la llave entre Sport Huancayo, de Perú, y Defensor, de Uruguay. Pero no hay que perder de vista que la figura fue el arquero, el mismo que le garantizaba triunfos al Tolo Gallego.
Garnero dijo que se quedó conforme con el rendimiento de su equipo en la segunda parte, pero en la primera la pasó mal. Bastante mal. Es que sorprendió la actitud y la decisión con la que los jugadores visitantes empezaron un partido decisivo, conociendo las presiones alrededor del DT y en medio de un clima interno entre nubarrones. Ya a dos minutos pudo estar 0-2 porque el equipo se vio avasallado desde los 20 segundos, cuando un cabezazo de Niell fue desviado por el arquero y otro de Federico Domínguez fue salvado entre el N° 1 y el travesaño.
A Independiente le quemaba la responsabilidad: ningún futbolista era capaz de tener la pelota y, enfrente, el espejo de Argentinos le mostraba todo lo que debía hacer y no podía. Argentinos-equipo, apoyado nuevamente con las mejores versiones de Ortigoza y Mercier, fue un frontón durante esos primeros minutos y casi que no lo dejó reaccionar. Estuvo decidido, sólido, compacto, capaz de transformar esa ansiedad que también envolvía el futuro de Troglio en protagonismo y así llegó al gol de penal de Ortigoza.
Independiente no podía tener el balón y cometía muchas infracciones, lo que le posibilitó a Argentinos generarle mucho peligro por la vía aérea. Independiente tenía una imagen insulsa, ejemplificada en una situación muy favorable que tuvo Gracián sobre el final de la primera etapa y que resolvió débil, sin convicción.
Los Rojos se preguntaban: ¿cómo salir de la mala encarando un partido tan decisivo de esta manera? No encontró exactamente la respuesta, ya que si bien mejoró, el Independiente del segundo tiempo no fue como el Argentinos del primero. En uno de los pocos avances, llegó el centro de Rodríguez y el 1-1 de Gracián, tantas veces resistido por los hinchas.
La clasificación trajo alivio, pero debe servir como aprendizaje para revisar lo que hizo mal en el primer tiempo. Ahora deberá jugar con Quilmes. Si no aprovecha el envión anímico, esta dosis de tranquilidad le durará muy poco.
Fuente : Canchallena
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