INFO C.A.I. _ 08-12-2011

Campeón Copa Sudamericana 2010

CAMPEÓN COPA SUDAMERICANA 2010

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viernes, 10 de septiembre de 2010

COPA SUDAMERICANA
Argentinos 1Independiente 1
Independiente encontró un gol y un respiro
Perdía con Argentinos por el tanto de Ortigoza de penal. Pero en el segundo tiempo una aparición de Gracián le dio el 1-1 y el pase a octavos de la Sudamericana.

Independiente encontró en La Paternal -cancha maldita en su historia reciente- algo incluso más importante que la clasificación a los octavos de final de la Copa Sudamericana: el empate 1-1 ante Argentinos le ofreció la posibilidad de seguir en el ámbito internacional y, sobre todo, de calmar un ambiente que estaba comenzando a ser hostil.

Lo que sucedió en el primer tiempo lo puso a Independiente en la cornisa. A contracara de lo que había manifestado su entrenador Daniel Garnero (“No vamos a air a defender la mínima diferencia”), el Rey de Copas jugó demasiado cerca de Adrián Gabbarini y lejos del arco ajeno. Y por eso padeció desde el comienzo a un Argentinos intenso, convencido de que podía revertir aquel gol de ventaja convertido por Leonel Galeano. A los dos minutos, en el Diego Maradona, el equipo de Pedro Troglio ya había inquietado en tres ocasiones (con dos cabezazos y un rebote que no supo resolver Nicolás Blandi). Era un anticipo de lo que sucedería hasta el momento en el que Argentinos emparejó la serie.

Fue mejor el local. Porque quiso más y porque supo cómo exhibirse superior y desnivelar. Con dos recursos sencillos y conocidos: el primero, ese impecable tándem de volantes centrales compuesto por Néstor Ortigoza y Juan Mercier; el segundo, esos centros largos y frontales para llegar rápido al áreaaprovechando las dimensiones reducidas del terreno de juego.

Entonces, Independiente padeció. Porque Rodríguez no deja de ser Patito y porque Leandro Gracián tampoco se hace cargo de la conducción del equipo. Y en ese recorrido, para colmo, se encontró en desventaja. A los 33 minutos (tras una mano de Andrés Silvera dentro del área), Ortigoza hizo lo que hace siempre: demostrar que es implacable al momento de ejecutar un penal.

A pesar de contar sólo con Silvera como intérprete lúcido, Independiente casi lo empata justo antes del descanso, pero volvió a fallar Gracián. Sin embargo, esa llegada no cambió la impresión: el visitante la había sacado barata en el primer tiempo.

Después de ese arduo comienzo, Independiente empezó a hacer pie, de a poco, sin apuro, sin ansiedades. Así, sin cambiar demasiado en cuanto al juego, se encontró con un segundo tiempo menos traumático. Y también con un gol que terminó resultando decisivo. Gracián tuvo su revancha y la aprovechó. Con ese grito, que tanto se pareció a un desahogo, Independiente encontró un rato de tranquilidad en el partido. Y algo mucho más importante: una clasificación que le permite volver a creer. No es poco.


Fuente : Clarin Deportes

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