Independiente 2
Inter 1(Bra)
Ahora, por la gloria
El “Rojo” hizo lo que tenía que hacer, ganó. La diferencia es exigua pero los puntos quedaron en Avellaneda y la tranquilidad se adueñó de un plantel que venía golpeado y necesitaba dar muestras de carácter. Los goles de Independiente los convirtieron Maximiliano Velázquez y Marco Pérez, con gran colaboración del “Avispa”. Damiao había puesto en ventaja a la visita.
Cuanto se jugaba en estos primeros noventa minutos. Mohamed y sus muchachos tenían que dar vuelta la página tras la derrota en Japón. La única manera posible era ganando. La gente concurrió en gran número y ovacionó el regreso de uno de sus hijos pródigos. Gabriel Milito volvió después de ocho años y fue importante en el andamiaje defensivo que tuvo a Eduardo Tuzzio como figura.
Decidido desde el comienzo, Independiente sabía que tenía la responsabilidad. Leo Núñez, que era titular ante la ausencia de Parra, hacía uso de su arma más letal para intentar quebrar la resistencia brasileña. A los 5`se hizo cargo de un tiro libre que se fue apenas afuera y generó el ¡gooouuu! de todo el estadio. Algunos minutos más tarde, Iván Pérez cabeceaba solo por el segundo palo y la pelota pegaba en la pared externa del arco defendido por Muriel.
El Rojo seguía buscando y encontraba en la gran pegada del “Gordo” Núñez las chances más claras. Nuevamente, el delantero remataba desde afuera y la pelota se iba apenas afuera.
La pasividad del equipo de Porto Alegre era llamativa, ya que en la primera hora de juego había mostrado muy poco. Sin embargo, el equipo del “Turco” no podía explotar la velocidad de Marco Pérez, de buen debut.
Defederico se escapaba y probaba desde afuera pero sin generas más que algunos aplausos por el intento. De repente, el gran golpe. A los 36´, Nei se escapó por derecha a toda velocidad (pelota perdida por Iván Pérez) y desbordó la marca de Gabriel Milito para centrar. Damiao se arrojó al piso y anticipó a todos para poner el 1 a 0, cuando el Inter no había hecho casi nada para llegar a la ventaja.
Lejos de caerse, de desanimarse, el “Rojo” fue en busca del empate que diera, al menos algo más de justicia. Cuando faltaban cuatro minutos, Leonel Núñez envió una pelota al área y Maximiliano Velázquez marcó el gol de la igualdad con un testazo.
La primera mitad se iba entre las intenciones inconclusas de Independiente y la conformidad de un equipo que venía a no caer derrotado. Pero el complemento fue bastante diferente.
Tinga y Nei daban salida al Inter y Andrés D´alessandro complicaba con su juego y su gambeta. A los 5´Damiao lo tuvo de cabeza pero no llegó a desviarla ante un Hilario Navarro que nada podía hacer. Como contrapartida, Núñez volvía a patear de afuera y hacía revolcar a Muriel.
Mohamed mandaba a la cancha a Brian Nieva y a Nicolás Cabrera para intentar buscar variantes en un conjunto que comenzaba a perder profundidad y a sufrir la ansiedad de no poder ganar de local. Para colmo, Tinga reventaba el travesaño desde afuera del área.
La tranquilidad llegó de la mano de la pelota parada. Elton derribó a Leo Núñez cerca del área y Marco Pérez tomó el balón. Con tres hombres del “Rojo” en la barrera de Inter cortinando la visión del arquero brasilero, el colombiano intentó darle con rosca al primero palo, pero la pelota se desvió en Julián Velázquez y se metió.
Con el partido en ventaja y el ánimo en alza, sumado a la salida del creador del equipo visitante Independiente se tenía que jugar por estirar la ventaja pero su técnico, Antonio Mohamed decidió defender con cuatro jugadores. Inexplicable
Hilario Navarro no estuvo del todo sólido y sus malas salidas sobre el final del partido le pudieron costar demasiado caro a un equipo que tuvo en la defensa los puntos más altos. Por partida doble, Independiente se salvaba y su público sufría.
A los 40´Brian Nieva tuvo el tercero en su cabeza, pero el palo le dijo que no. En la última jugada, Eduardo Tuzzio tomó la lanza y tras robar una pelota se fue al ataque. Finalmente la jugada no prosperó pero, una vez más, el jugador más viejo del plantel demostró tener la templanza necesaria para esta clase de partidos.
Independiente tendrá un día de descanso y luego volverá a entrenarse de cara la partido contra Lanús del martes. Recién el 24 de agosto deberá jugar la reválida con la obligación de, al menos, empatar en Porto Alegre si quiere sumar una estrella más a su rico palmarés.
Fuente : De la Cuna al infierno
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