INFO C.A.I. _ 08-12-2011

Campeón Copa Sudamericana 2010

CAMPEÓN COPA SUDAMERICANA 2010

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jueves, 11 de agosto de 2011

Recopa Sudamericana 2011 _ Ida _
Independiente 2Inter 1(Bra)

Independiente consiguió una victoria que lo hace soñar
Por el partido de ida de la Recopa, los Rojos le ganaron 2-1 a Internacional con los goles de Maxi Velázquez y Marco Pérez; en dos semanas juegan la vuelta, en Porto Alegre

Si se tiene en cuenta que pasada la media hora perdía 1 a 0 y que la noche progresivamente invitó al sufrimiento, Independiente no puede darse menos que satisfecho con el 2 a 1. Es cierto que no es un triunfo para ir aliviado al desquite en Porto Alegre, pero le da la moral que otorga toda victoria complicada. La Recopa Sudamericana sigue abierta, con incierto desenlace.

En los primeros ocho minutos, los hinchas de Independiente gritaron dos goles. Pura ilusión óptica, unos alaridos que se acallaron con la comprobación visual de la pelota que sacudía la parte exterior de la red en el tiro libre de Núñez y el cabezazo de Iván Pérez. Aún con esa cuota de ficción, el comienzo de Independiente era prometedor, pero la realidad se le hizo más cruda y preocupante a medida que avanzó el primer tiempo. Cuando dejó de ser intenso para mostrarse apurado y las imprecisiones fueron borroneando el juego asociado.

Independiente todavía está buscando una fisonomía de juego y equipo, para lo cual no contó con dos individualidades importantes: la gambeta electrizante de Patito Rodríguez (con destino de quirófano por la lesión en una rodilla) y la agresividad goleadora de Parra. Le quedan jugadores que despiertan tanta expectativa como sospechas por sus lagunas. Es lo que ocurre con Defederico, que no alcanza el nivel que tuvo en Huracán, y el "Gordo" Núñez.

Fredes e Iván Pérez son impetuosos y nos les quema la pelota, pero no dan el perfil de los volantes que saben gobernar un partido. Tampoco esa responsabilidad le cabe a Pellerano, cuya lentitud fue una invitación para que D'Alessandro se moviera a sus espaldas.

Independiente fue perdiendo chispa y claridad ante un Inter que llegaba con antecedentes de no estar en un buen momento, ya sea por lo futbolístico o por algunas ausencias. Pero de un equipo brasileño nunca hay que fiarse, y menos si conserva a algunos de los jugadores que hace algo más de un año fueron campeones de la Copa Libertadores.

Inter entrevió que Independiente perdía el rumbo y se le animó. Tiene jugadores físicamente poderosos y con técnica para aprovechar las oportunidades que les concedan. La vuelta de Milito ya no era tan tranquila y asentada porque Jo y Diamao estaban más acompañados. Inter se soltó y puso al lateral Nei en posición de ataque para que enviara el centro que conectó Damiao con un buen sentido del anticipo.

Por el gol y el tono que había adquirido el encuentro, el panorama era bastante sombrío para Independiente, que tuvo la virtud de reaccionar enseguida para sacudirse un escepticismo creciente. Un centro de Núñez encontró la sorpresiva aparición de Maxi Velázquez. El empate devolvió a Independiente a un partido en el que corría el riesgo de extraviarse.

Más allá de los cambios con que intentó ser más punzante en el segundo tiempo, Independiente no recuperó fluidez en el juego y se expuso peligrosamente en una entrada de Damiao y un remate de Tinga en el travesaño. Paradójicamente, en la falta de precisión, Independiente encontró el triunfo en el tiro libre del colombiano Pérez que se desvió en la barrera. Inter no bajó las brazos e Independiente estuvo cerca del tercero con Nieva. Hubiera sido demasiado premio.


Volvió una noche: Milito fue ovacionado en AvellanedaEl defensor, que lució la cinta de capitán, se llevó todos los aplausos apenas pisó el campo de juego; hacía ocho años que había emigrado a España

El retorno de Gabriel Milito a Independiente recreó una sensación que nunca estuvo ausente y siempre se mostró vigente a pesar de la distancia: el idilio existente entre el jugador y la parcialidad `Roja` está tan latente hoy como allá lejos en el tiempo.

Es que el zaguero abandonó la entidad en la que creció futbolística y humanamente en julio de 2003, en ese mismo partido con San Lorenzo en el que otra de las gemas del club, Sergio Agüero, disputaba su primer encuentro como titular en Primera.

Estos ocho años de ausencia no hicieron más que alimentar esa llama, ese `amor` que uno y otros se prodigaron siempre, más allá de la distancia.

Por eso, anoche a las 21.25, cuando el equipo de Antonio Mohamed saltó a la cancha para efectuar el calentamiento precompetitivo, el Libertadores de América atronó en un grito único: "Mi-liiiii-to, Mi-liiiii-to...".

El caudillo, quien ayer vistió la cinta de capitán y lució la camiseta número 18, agradeció la muestra de afecto con el brazo extendido hacia la tribuna local.

No se observaron grandes banderas en su honor, pero los cánticos de la hinchada `roja` fueron dirigidos, casi todos, hacia la figura del enrulado zaguero.

Cuando el partido estaba a punto de comenzar, Milito (que había saltado a la cancha minutos antes por delante de sus compañeros, como marca el manual de un `Gran Capitán`) se estrechó en un profundo abrazo con Andrés D´Alessandro, a quien conoce desde aquellos períodos en los que ambos eran jóvenes soñadores bajo las órdenes de José Pekerman, en los seleccionados juveniles argentinos.

Después, con el partido ya en marcha, los hinchas de Independiente aplaudieron cada una de las intervenciones de su ídolo, ya sea en los cruces, en los cierres o cuando, con cabeza levantada, ensayaba las ya clásicas salidas prolijas desde el fondo.

Milito volvió una noche a Avellaneda y, como en el mejor de sus sueños, recibió el caluroso reconocimiento de una hinchada futbolera que lo reconoce como uno de los mejores exponentes en su puesto, de los últimos 15 años, sin lugar a dudas.

Fuente : Canchallena

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